El pecado original de la tragedia de Cuba, a paso de conga y sin tumbadora
By Olga Miranda
"Una conga que se escuchaba en las calles de La Habana en 1960... Decía, más o menos, así:
Es mi proposito con este blog compartir asombros y huellas, rendir tributo al encuentro, al amor, y a la obra siempre inconclusa del pensamiento desde la diversidad de ideas y culturas.
El pecado original de la tragedia de Cuba, a paso de conga y sin tumbadora
By Olga Miranda
"Una conga que se escuchaba en las calles de La Habana en 1960... Decía, más o menos, así:
Olga L. Miranda
Me pregunto frecuentemente: ¿Cuál es el sentido de todo esto que estamos viviendo?, ¿Cuál es la necesidad que ha creado estas circunstancias actuales en Estados Unidos? ¿Cuál será el fin de esta historia? ¿Estaremos viviendo el sueño o la pesadilla americana?
Un filósofo occidental diría: es la lógica de la evolución y el cambio de todo sistema, del caos surgen nuevas estructuras y nuevas dinámicas de desarrollo. Si es un intelectual de derecha lo vería como algo bueno, es un cambio necesario para el reajuste y reforma del sistema capitalista, una nueva oportunidad para los ricos hacerse más ricos. Si es de izquierda diría que es la consecuencia de una lógica determinista que conduce al declive de un una sociedad capitalista decadente llena de contradicciones, desigualdades e injusticias. Desde la cosmovisión de algunas religiones se diría que estamos viviendo el fin de los días, el apocalipsis, la llegada de un dios salvador se acerca. Esto parece tener sentido; en realidad, el panorama es desolador en muchos lugares del planeta, no sólo aquí.
Desde las culturas periféricas milenarias las perspectivas serian diferentes. Estas culturas han desarrollado una sabiduría ancestral que nos puede dar luz sobre el significado de las experiencias que vivimos hoy.
Un sabio budista haría una pregunta sorprendente e introspectiva: ¿Para qué estamos viviendo este presente caótico y critico marcado por la angustia, la incertidumbre y el sufrimiento? Respondería, desde una dimensión espiritual, puede ser algo bueno o puede ser algo malo. Puede ser un aprendizaje necesario, un momento de reflexión más profunda sobre nuestro estilo de vida. Tal vez necesitábamos valorar más las cosas que teníamos, o valorar más el ser y el amar que el tener. Tal vez necesitamos sufrir para tener mas compasión y empatía por el sufrimiento de los otros. Un budista diría que es un momento de observar en calma, de tener paciencia para esperar hacia donde corren los ríos con sus turbulencias. Por ejemplo, ahora separan a las familias, deportan a los inmigrantes que llegan a “América” buscando refugio y protección, muchos de ellos llegan huyendo de países donde hay dictaduras que los oprimen o donde rigen el crimen, la discriminación y la violencia. Pero muchas personas opinan que esto es bueno y celebran que los expulsen y no muestran compasión por el dolor de esas personas. Sin embargo, paradójicamente, tal vez, un día, nosotros los que vivimos aquí y somos ciudadanos estadounidenses, necesitemos emigrar a otras tierras y vamos a pedir que nos reciban con amor y nos dejen vivir en la paz que aquí no tenemos, De hecho, eso está empezando a suceder. Algunas encuestas recientes arrojan que muchos americanos ya han emigrado a otros países o están pensando hacerlo. Por ejemplo. según WorldPoplarReview hay muchos americanos que ya viven en otros paises. La lista aqui: Mexico - 799,248 expats, Canada - 273,226, United Kingdom - 170,771, Puerto Rico - 159,515, Germany - 152,639, Australia - 116,620, Israel - 76,794, South Korea - 68,050, France - 61,668 y Japan - 58,340. Una encuesta reciente hecha por Expatsi acerca del tema de la emigración desde USA constata que “más del 50% de los participantes mencionaron motivos políticos, como el conservadurismo extremo, como una razón para mudarse al extranjero. La inclusión de la violencia armada como un factor también fue mencionada por aproximadamente la mitad de los encuestados". Es decir, que el deseo de abandonar el país y emigrar se esta convirtiendo en un tema cada vez más frecuente. Esto es algo inédito y contrario a la tradición prevaleciente en la historia de este país “tierra de la libertad” donde todos quieren venir porque supuestamente encuentran oportunidades, democracia, paz, seguridad, prosperidad y respeto a sus tradiciones y creencias. Pero eso parece estar cambiando. Ojalá los americanos que quieren emigrar ahora encuentren esos beneficios en los países que lleguen y no los reciban con odio y órdenes de deportación. De no ser asi, podría interpretarse como la ley del karma que hace regresar a ti experiencias que necesitas apreciar porque en tu pasado no supiste aprenderlas.
Según la filosofía Zen budista en los peores momentos hay algo que agradecer y hay que darle tiempo a los procesos. Un día, tal vez entenderemos que hacía falta pasar por todo esto. Es el karma actuando, unas acciones pasadas crearon estas reacciones, y estas reacciones pavimentaran un futuro que puede ser de armonía y paz, o de destrucción, guerra y odios. Pero, todo esto que parece ser abrumador puede ser transformado si nos concentramos en una sola cosa y recuperamos el amor y la conexión entre todas las buenas energías humanas a través de la meditación y la escritura que organiza nuestras ideas más claras y conscientes. Si todos hacemos pequeñas cosas, ello pueden impactar a largo o mediano plazo en el destino histórico. Somos los creadores de nuestro camino, debemos despertar y confiar en nuestra fuerza interior. También debemos reconocer la necesidad sana y natural de compartir, el valor de la serenidad y la simplicidad, la evitación de la ansiedad. Ahora, muchos se quejan de que se está perdiendo el ideal democrático “we the people”, porque los más ricos han tomado el control del poder y la ley; la sensación de impotencia empieza a dominar el panorama sicológico. La ambición por la riqueza a toda costa se promueve desde esas élites que están desmantelando la provisiones y recursos que apoyan y sostienen a los más pobres y vulnerables. Tal vez esto tiene un sentido, nos va a enseñar a valorar más el amor, la compasión, la justicia, y a descubrir la felicidad en la espiritualidad, en la sencillez, y no en el dinero ni al precio del dolor y la desgracia de otros. Tal vez, muchos de los que emigramos de nuestras pequeñas y sufridas naciones necesitábamos aprender a valorar las riquezas de nuestras tierras y nuestra cultura, y también debamos aprender a luchar por mejorar nuestras existencias allá donde nacimos, ¿quién sabe? es el karma visto desde la acera de enfrente.
Un azteca diría que todo esto es parte del ciclo repetitivo de la naturaleza y el universo porque todos los procesos regresan a un punto de equilibrio pero deben pasar por procesos de desequilibrios y caos, de nacimiento y muerte. Según los aztecas el cosmos no evoluciona según un tiempo lineal, sino por movimientos cíclicos donde el inicio y el final se tocan. Ellos representaban, en su calendario o piedra solar, cuatro ciclos cósmicos y creían que estaban viviendo el último, a la llegada de las colonizadores europeos. Tal vez, estemos ahora en el fin de un ciclo evolutivo donde todo debe colapsar para dar lugar a una nueva etapa, un nuevo orden-desorden mundial. Dependerá de nosotros el destino constructivo o destructivo del fin de este ciclo.
Realmente, hoy no tenemos respuestas definitivas a estas preguntas planteadas al inicio de este escrito, por una razón simple: inevitablemente la historia y su sentido se comprenden de manera integral y más objetiva cuando ya pasó, cuando los procesos maduraron, cuando completaron su ciclo de nacimiento y fin, cuando las apariencias se develan y quedan al descubierto sus falsedades, cuando las realidades se impusieron, las causas y los efectos se enlazaron, las concatenaciones se hicieron visibles, las potencialidades y debilidades salieron a flote y cada cosa se mostró como era, las tendencias y contradicciones se manifestaron, las mentiras y las verdades se alinearon y quedaron expuestas con toda claridad. Ese momento llegará y las piezas irán encajando. Eso no quiere decir que estamos atrapados en una fatalidad cósmica escatológica o cabalística, como pensaban los aztecas. En realidad, podemos ayudar a que suceda los más deseado por la mayoría si las comunidades y las personas mas conscientes enfocan toda su fuerza e inteligencia en el restablecimiento de la paz, la justicia, la solidaridad, los derechos humanos y el bienestar de todos. Debemos ejercer nuestra capacidad de pensar con juicio crítico y no dejarnos humillar ni tampoco silenciar.
La sabiduría humana debe imponerse, y esta consiste en lograr la armonía con la naturaleza, en el respeto a las leyes del fluir natural de las cosas, y en vivir en paz y amor con todo lo que nos rodea. La enfermedad, el estrés, el miedo y el sufrimiento son síntomas de que no estamos viviendo acorde con ese fluir. Como afirman las enseñanzas budistas “cada movimiento prepara el siguiente”. Es decir, debemos reflexionar acerca de qué herencia, qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos, ¿un mundo de odio, de abandono, de guerras, muerte y devastación? Nadie podrá ni querrá vivir en un mundo así, ni los ricos ni los pobres, ni los del norte ni los del sur. Si llegamos a ese estado, ni los santos, ni los dioses católicos, judíos, islámicos, budistas, induístas, orishas, ni otros muchos que ni sabemos que existen podrán salvarnos.
Tal vez sólo Quetzalcóatl (la sabia serpiente emplumada, patrón del conocimiento y los libros) podrá empezar todo de nuevo y crear un nuevo mundo. Según la mitología antigua de los mexicas, Quetzalcóatl es el creador de los seres humanos. “Quetzalcóatl bajó al Mictlán, el inframundo, en compañía de Xolotl, el dios con forma de perro. Reunió huesos de los muertos de la antigüedad y derramó sobre estos su propia sangre para crear a los hombres de nuestra era.” El reto siempre será renacer o reinventarnos sin perder el alma en el intento.
El pecado original de la tragedia de Cuba, a paso de conga y sin tumbadora By Olga Miranda "Una conga que se escuchaba en las calles ...