por Olga L. Miranda
¿Será que estamos reprimiendo la capacidad de abstracción y de expresar nuestras mejores emociones, cualidades estas que todos los seres humanos inteligentes necesitamos ejercer?
Recuerdo muy bien que por los años noventa tenia una amiga muy suspicaz y selectiva en sus gustos. Ella detestaba a las personas sin pensamiento abstracto, partía de un principio que consideraba infalible: la inteligencia de las personas es directamente proporcional a su capacidad de abstracción. Yo la apoyaba y hasta hacia mis contribuciones filosóficas a la tesis. Kant y Hegel me habían convencido del poder de la lógica y del pensamiento abstracto para llegar a la verdad. Entonces aplicábamos el algoritmo al desempeño mental y era muy fácil descartar.
Sin embargo, en los días que vivimos, ciertas situaciones y opiniones "circulatorias" en los medios hacen dudar de la validez de ese principio, al menos en ciertas circunstancias.
Parece que personas estudiosas de estos temas o simplemente muy inteligentes y sensibles, por naturaleza o por oficio, entienden que la abstracción es algo normal, útil y necesario. Este proceso mental puede hasta ayudar contra el aburrimiento, el estrés y es fuente del conocimiento y de la creatividad. Incluso se asocia al sano erotismo, a la expresión de emociones de alegría y de placer. Aquí es donde empieza el problema.
Hace poco leía "Historias de Cronopios" de Cortázar" y me reía mucho con su sentido del humor existencialista y surrealista. Especialmente me hizo recordar a aquella amiga de antaño leer este fragmento de una historia titulada "Posibilidades de la abstraccion":
"Trabajo desde hace años en la Unesco y otros organismos internacionales, pese a lo cual conservo algún sentido del humor y especialmente una notable capacidad de abstracción, es decir, que si no me gusta un tipo lo borro del mapa con sólo decidirlo, y mientras él habla y habla yo me paso a Melville y el pobre cree que lo estoy escuchando. De la misma manera, si me gusta una chica puedo abstraerle la ropa apenas entra en mi campo visual, y mientras me habla de lo fría que está la mañana yo me paso largos minutos admirándole el ombliguito. A veces es casi malsana esta facilidad que tengo."
Hoy dia Cortazar hubiera sido llevado al patibulo por algunas feministas acusado de machista, de depredador sexual y de sexualizar a la mujer and much more. Pero él solo estaba usando su "capacidad de abstración" para imaginar un simple e inocente ombliguito jjjjj.
Casualmente por estos dias escuché una canción reciente de Ricardo Arjona que precisamente toca el tema del ombligo también, ¡que casualidad! (por cierto, en los noventa disfruté mucho aquella del taxista que decía que el chofer miraba por el retrovisor las "pantorrillas" de la chica, etc....) En el video de la canción actual, "Ella sabe" se titula, que circula en youtube, Ricardo Arjona se refiere al tema del piropo, a la costumbre, ahora criminalizada, de halagar a una mujer, de expresar el gusto por su belleza o algo asi. El dice que vivimos en tiempos donde se castiga el hecho de expresar emociones a una mujer. Bueno, es la perspectiva de un hombre normal, de un artista, claro
En definitiva, todo esto me hizo pensar, ¿esto es lo que realmente deseamos las mujeres?, ¿vivir en un mundo tan aburrido, lleno de seres robóticos que deben reprimir sus emociones, y nosotras todas frustradas por la carencia de los códigos culturales milenarios que nos permiten identificar el deseo y la pasión, componentes primarios del amor? ¿no será que la represión de emociones humanas normales y del coqueteo tradicional podrían crear condiciones para la ansiedad, el estrés, la violencia, la misoginia y la incomunicación?
No estoy segura, pero intuyo que la "necesidad de abstracción" de Cortazar y de Arjona está dando claras señales de que algo anda mal o que a veces el remedio es peor que la enfermedad. A mí me resulta realmente emocionante y hasta gracioso saber que un hombre hace algunas abstracciones al mirarme, aunque no me lo diga, yo también puedo hacer abstracción de algunas tonterías y disfrutar la simple idea de ser erotizada en la imaginación de un hombre que me conmueve y ser conquistada.
Quiero confesar una historia personal en relación con este tema. Cuando vivía en Cuba, andaría yo por los 30, una tarde iba caminado apurada por llegar a la casa y de pronto se me acercó un joven y me dijo de sopetón que era pintor y quería pedirme que posara para él porque mi cuerpo le parecía muy atractivo. Quedé realmente sorprendida, nunca se me hubiera ocurrido que alguien me viera con esos ojos, como modelo de una pintura. Evidentemente , el chico había hecho "algunas abstracciones artísticas" al observarme. Me pareció extremadamente halagador y dulce de su parte. Ni sé por qué no acepté, hoy me arrepiento. hubiera sido una experiencia trascendental en mi vida. Una de las escenas mas eróticas del cine, para mí, es la del film Titanic cuando Jack (DiCaprio) dibuja a Rose (Kate Winsley) recostada en un sofá y no sucede nada físico entre ellos, pero hay un gran nivel de erotismo mental y espiritual, un gran nivel de abstracción, dígase de esa inteligencia emocional que puede conectar un alma con otra alma.
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